jueves, 17 de enero de 2008

Superman

Hazel Cortés

De niña siempre me preguntaba por qué cuando los marcianos, algún ruso malvado o un chino invadían el planeta e intentaban acabar con la humanidad, había afortunadamente un héroe cerca que daba la vida completa para poder rescatarnos y afortunadamente sobrevivir. Además alguien había sido lo suficientemente inteligente como para grabarlo en el momento y tiempo preciso.

Tiempo después aprendí no sólo que alguien había grabado con determinado fin. Reflexioné y observé que esos invasores poderosos eran algo desatinados en atacar EU. Siendo justos, si yo quisiera acabar con la humanidad atacaría China, por lo menos causaría un desajuste en la producción de todo el mundo.

Un día, mientras resolvía el mundo en la cama de mi abuela, me di cuenta que alguien temía a lo que venía de fuera. Todo aquello contrario a la identidad delicadamente seleccionada y formada por un determinado grupo.

Ese grupo esta conformado por los descendientes de los peregrinos que llegaron a Norte América, después denominados WASP (White Anglo-Saxon Protestant) una raza que huía de la persecución religiosa en Europa y buscaba una tierra de libertad. Creían en un lugar donde los sueños pudieran ser realidad sin miedo a la persecución, en una tierra llena de oportunidades.
Aún recuerdo con mucho cariño a unos ratoncitos que cantaban: “Porque no hay gatos en América y las calles de queso son…”. Si los ratones anhelan ir a esas tierras donde uno es libre, donde In God we trust, donde en una noche fría en medio del invierno, los peregrinos que huyen de la persecución y no tienen que comer reciben de los nativos un pavo-guajolote para no morir de hambre y después se dedican a encerrarlos en reservas por miedo a que estos quieran recuperar su tierra, entonces… entonces de quién es esta tierra y a quién se le debe impedir la entrada.
Desde su llegada a Plymouth, los peregrinos velaron por los intereses de la nación naciente. Primero los enemigos fueron aquellos salvajes que no vestidos a la usanza occidental, adoradores de dioses paganos. Aquellos que no entendían el gran porvenir que traía consigo la locomotora. No podían permitir acabar con un futuro tan prometedor.
Siempre hubo quien luchara en contra de estos enemigos, había federales o vaqueros que combatían contra de los indios Sioux . Posteriormente algunos científicos defendían intereses intelectuales de superioridad racial. Sin embargo, en algún momento, los poderes de estos tenían que llegar su fin, alguien podía vencerlos.
El camino continuó, algo accidentado, ese es el camino que debe seguir una nación si quiere volverse grande. Repentinamente las guerras mundiales azotaron al mundo, estaban acabando con la humanidad. El mundo entró en una gran depresión que obligó a reformar algunos campos de trabajo, las mujeres tenían que abandonar a sus hijos para ir a trabajar.
Algunas familias emigraron en busca de cualquier actividad económica, la cual les permitiera sobrevivir. Alguna de estas actividades eran los campos de recolección de algodón, donde familias completas sobrevivían bajo los intereses de los grandes inversionistas quienes veían desaparecer de un día a otro. Nadie podía hacer nada. La situación había rebasado las posibilidades de cualquier ser humano. La humanidad necesitaba un héroe.
Hitler se declaró jefe supremo de las fuerzas armadas alemanas, el mundo estaba temeroso. Ante las circunstancias, dos jóvenes hijos de inmigrantes judíos, cambiaron sus nombres para poder ser aceptados socialmente. En este contexto iniciaron la publicación de la historia de Kal-El, un niño con poderes sobrehumanos, un niño a quien nadie podría vencer. Más fuerte que una locomotora, más rápido que un avión. Era el héroe que podía con el fantasma de la guerra, con la gran depresión. Era Superman.
Poco a poco, fue tomando características humanas, unos padres amorosos, un trabajo como periodista, una identidad con la cual desenvolverse y le permitiera acercarse a estas criaturas a las que tanto se parecía. Así, se fue volviendo el hombre más poderoso del mundo. Luchó contra cada malvado que quería terminar y dañar al mundo.
El tenía sentimientos humanos, quería saber su origen, se preguntaba de donde provenía, por qué era tan diferente. Un día se enteró de que sus padres habían muerto, enviándolo a la tierra para sobrevivir, se enteró que provenía no sólo de otro país, venía de otro planeta.
Era igual que los estadounidenses, vino al mundo buscando un futuro mejor. Su planeta fue destruido, era él héroe perfecto. También es inmigrante, es ilegal. Sé que el cómic de la Muerte de Superman alcanzó precios absurdos, era un acontecimiento mundial. No recuerdo el cómic en el cual a Superman le dieran sus papeles de naturalización, o su carta de ciudadano, presentar un examen donde parte de la evaluación consiste en cantar el himno o contar la historia de la bandera con barras y estrellas.
Poco a poco evoluciona, nos vamos enterando de algunos detalles sobre la vida de Superman, alias Clark Kent, adoptado por una pareja que no tiene hijos, vive en Smallville, es reportero y sobre todo, es capaz de amar en tiempos difíciles para el amor.
Sí tenemos a este súper héroe que vigila por el bien de todos aquellos que han luchado por un país con igualdad y cientos de oportunidades para seres humanos de todo el planeta buscadores de un sueño ¿En qué momento, estos inmigrantes fundadores de la nación de los sueños, decidieron ser ellos ellos los que podían decidir quien vive y quien cumple sus sueños?

No se que hicieron para volverse crueles, cómo pasan el Día de Gracias agradecidos con unos extraños que tuvieron completa misericordia de ellos, para después, en 1644, esas 13 colonias de América del Norte crear una milicia defensora de sus tierras de la población originaria.

Años después se llamaron “Minutemen” porque eran jóvenes comprometidos a estar listos en un minuto para luchar. En 2005, un grupo de ciudadanos retomó el concepto para crear el Minuteman Project, una organización que asegura que contribuye a “salvar América”… yendo a la caza de inmigrantes ilegales a la frontera sur de su nación, la dolorosa colindancia con el Tercer Mundo.
Este grupo de "patriotas" empezaron a vigilar las fronteras, más todos se han olvidado de vigilar a sus héroes por que no sólo son creados por escritores y dibujantes judíos o chinos, el hombre de acero, es un inmigrante ilegal.
Habrá que preguntarnos entonces cuál es exactamente su temor. Son un país conformado por inmigrantes. En Nueva York se celebra el día de San Patricio entre la comunidad de ascendencia irlandesa. Las entregas de Oscares están repletas de cineastas y actores judíos quienes durante años dieron un gran impulso al séptimo arte.
Si mencionamos al racista mayor, nuestro querido goberneitor Schwazenegger, él y sus padres son inmigrantes austriacos que llegaron como muchas otras familias a buscar el progreso.
Todos sabemos que en ciudades americanas sureñas como Los Angeles se habla español y los apellidos García o Ramos son comunes. Recordemos al espectacular Alex Lora diciendo: “Yo apoyo a las victimas del 11 de septiembre en Pueblayork”.
Observando este panorama, no entiendo cómo es tan difícil para los estadounidenses entender que la historia es cíclica. Eventualmente serán desalojados por la verdadera población que va en busca de cumplir sus sueños con todas las desventajas que esto implica.

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