martes, 19 de febrero de 2008

CONJUNCION DE CULTURAS EN MUSEO DE ANTROPOLOGIA

Leonardo Bastida A.
Fotográfias Rodrigo Rivera

A partir del 28 de febrero el Museo Nacional de Antropología exhibirá en su sala de exhibiciones temporales Isis y la serpiente emplumada, muestra temporal que conjunta
335 piezas arqueológicas del Egipto Faraónico y el México Prehispánico.

El objetivo principal de esta exhibición es mostrar al público el culto a Isis en Egipto y a Quetzalcoatl en Mesoamérica, deidades que comparten un carácter mágico-creador de suma importancia para sus respectivas civilizaciones como lo explicó Miguel Angel Fernández, director de la muestra.

Además el culto a ambas deidades pervivió a lo largo de muchos períodos e incluso tras invasiones extranjeras a los territorios de las respectivas culturas – agregó Fernández.

Por primera vez llega a México una muestra con piezas traídas desde Egipto y no de museos europeos como fue el caso de Faraón. La colección que será exhibida hasta junio del año en curso pertenece a los museos de El Cairo, el Grecorromano de Alejandría y las zonas arqueológicas de Luxor, Karnak, Dendera y Aswan.

A su vez las piezas representativas de Mesoamérica también representan un esfuerzo por el hecho de provenir de distintos museos y sitios arqueológicos del país como Chichón Itza y Tula.

Debido a la magnitud de esta exposición, se acrecentó la zona de exposición con el fin de que esta fuera exhibida completa en Ciudad de México y no fuera modificada como se planteó originalmente.

Así el vestíbulo del auditorio Jaime Torres Bidet y la sala de Culturas Indígenas de México serán utilizados para albergar esta exposición.

A partir del 28 de febrero y hasta el 15 de junio del año en curso se podrá visitar esta exposición en el Museo con la novedad de que la venta de boletos será a través del sistema Ticketmaster y con horarios preestablecidos.

EN RETROSPECTIVA: CARL DREYER EN PRIMER PLANO

Filmes que reflejan la angustia
Gran legado cinematográfico.

Leonardo Bastida A.
Fotográfias Rodrigo Rivera

Carl Theodor Dreyer era un riguroso cineasta que decidió eliminar de sus películas todo aquello que enajenará el alma del relato, con la búsqueda de expresiones sutiles del alma y la unión de su obra creativa con la angustia que provoca el vivir, el paso del tiempo, lo desconocido y la desesperanza ante la fe y amor perdidos.

Nació en Copenhague, Dinamarca en 1889, tras ser telegrafista y periodista decidió incursionar en el mundo del cine inspirado en el director sueco Victor Sjöström. Debutó en 1919 con El Presidente, filme silente que narra el conflicto moral de un magistrado.

Tras esta primera incursión, continuarían Páginas del diario de Satán, La viuda del Pastor, La novia de Glomdal, filmadas en Noruega y Finlandia, así como Los estigmatizados, realizada en Alemania.

Posteriormente regresó a Dinamarca con el cuento de hadas Érase una vez y El amo de la casa y La pasión de Juana de Arco, rodada en Francia. Su primera película sonora fue Vampyr que fue considerado un fracaso y lo llevó al retiro por 13 años.

A la mitad de la ocupación nazi en Dinamarca filmó Día de ira y Dos seres. Tras una pausa creativa, en la década de los 50 regresó al terreno del largometraje con Orden, la palabra que obtuvó el León de Oro de Venecia en 1955, cinta donde retrata la pérdida de la fe, la religiosidad de una familia y el sacrificio.

En 1964 dirigió su última película, Gertrud, en la cual refleja la visión femenina del amor absoluto.

Dreyer es un legado del cine mundial, ya que ha sido influencia de grandes realizadores como el reciñen fallecido Ingmar Bergman, Andrei Tarkovski, el innovador Lars Von Trier y el laureado mexicano Carlos Reygadas.

Tras tres años de esfuerzo será presentado el ciclo Dreyer en Primer Plano en el marco de la Quinta Edición del Festival de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México en la Cineteca Nacional. Un ciclo muy completo por la dificultad que implicó la recolección de las películas.

El canto, conjunción entre el cuerpo y alma.

Leonardo Bastida A.
Carla Tirado Morttiz
Fotografías Iván Bastida


En su reciente visita a México, la cantante Sana Valvane platicó con AZ Random sobre sus técnicas de enseñanza denominadas Haciendo música con cuerpo y alma y la forma en que ella misma descubrió ese método.

AZ Random: ¿Podrías platicarnos un poco acerca de tu método “Haciendo música con cuerpo y alma?

Sanna: He hecho mi propio estilo de trabajo con música y canto. Le he nombrado Conoce tu cuerpo y tu alma, haciendo música con el cuerpo y el alma.
La idea básica es entender que la voz y la persona son lo mismo, una sola cosa. La voz no esta separada de nuestro cuerpo y de nuestra mente, los sentimientos inconscientemente emanan del corazón de la persona.
Cuando trabajo con niños, trato de trabajar con una persona integral, es decir, con una persona entera con cuerpo y alma. Es un método holista y su meta es que la persona se sienta cómoda y feliz con su voz y con ellos mismos, para de esta manera puedan los niños expresarse a través de la música y ellos mismos
de manera abierta y cómoda con sus voces, de distintas maneras y experimentar la música de manera completa.

AZ Random: ¿Cuándo descubriste esta conjunción entre voz y cuerpo?

Sanna: Fue gradualmente. Cuando era niña amaba cantar. Estaba inscrita en una escuela especial de música. Cantar era muy fácil y natural para mí. Realizaba muchas actividades musicales con mi familia, realizábamos shows juntos todos los miembros de la familia.
Pienso que ahí se comienzan a ligar muchas cosas pues mi primera respuesta hacia la música fue el movimiento porque a mi me gustaba mucho bailar.
Ya como adolescente cantaba en coros pero mi voz cambió y yo pensé que tenía la peor voz del mundo.
Sin embargo fue durante un concierto navideño, yo tenía 14 años y estaba sumamente enferma. No debería haber cantado esa noche por que perdí mi voz e incluso los doctores dudaban que pudiera volver a cantar, es más no pensaban que lo podría hacer.
En esos instantes mis sueños murieron pero decidí recobrar mi voz. Tomé lecciones de canto y todo iba bien pero no sentía que mi voz fuera auténticamente mía. Empecé a buscar mi voz durante mis estudios universitarios pero fue hasta que comencé a realizar movimientos musicales que me sentí cómoda.

Az Random: ¿Eso fue lo que te ayudo a vincular el movimiento con la voz?

Sanna: Así es, la danza en el teatro. Tomé lecciones de canto y todo iba bien pero no sentía que mi voz fuera auténticamente mía. Empecé a buscar mi voz durante mis estudios universitarios pero fue hasta que comencé a realizar movimientos musicales que me sentí cómoda.
Percibí que cuando estaba bailando podía emitir diversos sonidos que no emitía durante mi clase de canto, sólo los lograba en mi clase de improvisación teatral. Así noté que cosas como el teatro donde se tiene imaginación y libertad ayudan bastante a los niños a cantar. Fue cuando me acerqué al yoga que pude vincular mi cuerpo y mi voz, pude poner todo junto y así es como nació este método.

Az Random: ¿Así que tú vinculaste al alma y al cuerpo al movimiento?

Sanna: Si, aunque no todo es movimiento, más bien es estar en la mente y en el cuerpo. Alguna vez vi cantar a gente de Africa y noté como utilizaban su voz para emitir distintos sonidos. Por eso creo que cualquier persona puede emitir cualquier tipo de sonido.