jueves, 1 de mayo de 2008

EMOFOBIA: UNA REALIDAD

Leonardo Bastida Aguilar

A partir de noviembre de 2007, el marco de convivencia de las denominadas tribus urbanas, cambiaría de faceta. Una serie de hechos mostrarían que la intolerancia y las fobias se habían apoderado de estos sectores.
La diversidad cultural en los ámbitos urbanos mostraba la posibilidad de una convivencia entre grupos sin la necesidad de una fragmentación. La mayoría de los miembros de estas tribus urbanas, los jóvenes, interactuaban en espacios comunes.
Distintos signos identitarios como la música, la ropa, el corte de cabello u ornamentos en el cuerpo provocaban un agrupamiento de individuos, surgiendo los dark, los skate, los punk, entre otros sectores.

Sin embargo, la aparición de un grupo de individuos autodenominados emos, los cuales se caracterizan por ser “emocionales” y asumidos a si mismos como depresivos, bipolares y melancólicos causó enemistad entre otros sectores juveniles.
Retomadores del movimiento surgido en los 80, utilizan pantalones entubados oscuros, playeras o sudaderas de colores llamativos, cabello en forma de crepe con tendencia hacia un estilo andrógino. Estos jóvenes han despertado la furia de otros sectores de la sociedad, quienes los acusan de ser una simple moda, o un grupo de gente carente de ideas. Más las acusaciones más graves en su contra han sido en torno a su sexualidad, al tachársele de homosexuales.

En Internet, videos en You Tube, se indica como matar a un emo, a los que se asume como hijos de prostitutas y se les acusa de “maricas”, de hablar de mariconadas y se les critica por hacer uso de colores como el rosa y el morado.
Mensajes difundidos por este medio contenían frases como “Por favor, si ves un emo en la calle, mátalo” “Un emo es por definición un tipo raro con gustos sexuales mucho más raros aún”Además de ser acusados de gays, entre los principales argumentos usados en su contra es que son una moda, o copian elementos de otras tribus urbanas.

Estas acusaciones desencadenaron en una ola de agresiones que comenzaron en la Ciudad de Querétaro a principio del mes de marzo. Una campaña en Internet realizada por personas identificadas como antiemos incitaba a la gente a congregarse el 7 de marzo en la Plaza de Armas de Querétaro para agredir a los emos. Esa tarde el saldo fue de 28 detenidos y 3 heridos.
Una semana después de los hechos de Querétaro, la Ciudad de México fue el siguiente punto de confrontación. El viernes 14 de marzo en la Glorieta de Insurgentes se realizó un despliegue de 200 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública con el fin de evitar confrontaciones entre tribus urbanas tras una convocatoria de grupos ansiemos para erradicar a los emos de espacios públicos.

En Puebla se registraron los mismos hechos en el Zócalo, tras una marcha de 60 jóvenes emos que exigían tolerancia y respeto a la libertad de expresión. En Durango el mismo día se suscitaron 2 riñas callejeras contra emos.
Ante esta situación en Querétaro se convoca a una Marcha por la tolerancia, 15 de
marzo, sin embargo días después, 22 de marzo, se suscita un hecho similar en Guadalajara, en la céntrica Plaza Juárez.

El Gobierno del Distrito Federal decidió abrir una mesa de diálogo entre tribus urbanas, con el fin de dar solución a las confrontaciones añejas. Esta mesa tuvo lugar el 25 de marzo con el acuerdo de los distintos grupos de una mayor tolerancia entre ellos.
El sábado 29 de marzo en el tianguis del Chopo, espacio distinguido por ser punto de encuentro de diversas tribus urbanas, tras convocar a una marcha de distintas tribus urbanas a favor de la tolerancia, los jóvenes asistentes se acercaban al tradicional tianguis sabatino cuando fueron agredidos a la altura de la Biblioteca José Vasconcelos.

Posteriormente en otras ciudades como Chilpancingo, Puebla y Mérida se reportaron
incidentes semejantes.
Cuando la situación parecía haber llegado a una aparente calma, el sábado 26 de abril, Verónica Jiménez de periódico Reforma, reportó un nuevo intento de agresión hacia emos en Pachuca, Hidalgo. Tras una convocatoria a “cortar flecos” decenas de jóvenes llegaron a las 11 de la mañana del 26 de abril al Jardín del Arte con este fin. La consigna era que en Pachuca no había lugar para emos si no tenían una tendencia positivista hacia la vida.

Autoridades de diversas ciudades como Celaya, Distrito Federal o Guadalajara han respondido con intentos de diálogo entre tribus, sin embargo este hecho refleja la segmentación que existe dentro de nuestra sociedad y la poca tolerancia entre personas.
Se ha mencionado que los agresores posiblemente no sean miembros de otras tribus urbanas. Independientemente de quien agreda al otro, es una realidad que en nuestra sociedad se esta suscitando un fenómeno de fobia donde todo lo ajeno se desprecia y se agrede. Cabe recordar que en otros países, este odio hacia los otros, ha traído consecuencias lamentables. Desafortunadamente en México, la emofobia, es una realidad.

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