viernes, 29 de febrero de 2008

Isis y la serpiente emplumada.

Leonardo Bastida Aguilar
Cortesía de Actualidades Arqueológicas

Fotografías Rodrigo Rivera

Hasta el próximo mes de junio el Museo Nacional de Antropología es sede de la exposición Isis y la Serpiente, que tiene como fin mostrar la suma importancia que ambas deidades tuvieron en sus respectivas civilizaciones.
Así lo explicó Miguel Fernández, director de la muestra, Tanto Isis como la deidad emplumada son dioses creadores y civilizadores a quienes se atribuye todo lo bueno y sabio. Quetzalcóatl, poeta americano, es el hacedor de milagros, gran mago como Isis. Si a esta última se le vincula con la estrella Sirio y con las inundaciones del Nilo, Quetzalcóatl se convertiría en el planeta Venus al inmolarse cuando llegó a la orilla de las aguas celestes.
Isis y Quetzalcóatl tuvieron otra semejanza a su favor: sus respectivos cultos fueron los más longevos y lograron sobrevivir, durante un tiempo, incluso a las nuevas religiones de los conquistadores extranjeros.”
De esta manera la exposición esta dividida en dos partes la de Egipto faraónico donde que abarca una temporalidad de 3 mil años, desde el período Predinástico hasta la época Ptolemaica, en este lapso de tiempo 28 dinastías tuvieron lugar en Egipto.
Esta parte de al exposición consta de 10 salas en las cuales se muestran sarcófagos, vasos canopos, estatuillas de mármol, columnas, estelas, pectorales de oro y piedras preciosas y dinteles.
Las figuras muestran a faraones como Horus, el más antiguo de Egipto y posteriormente divinizado. Así como las diversas facetas de Isis como diosa, amante, estrella más brillante del cielo (Sirio) y su importancia en ultratumba.
El área de Quetzalcoatl abarca 10 salas en las cuales se han conjuntado piezas arqueológicas de distintos lugares y culturas del país con lo que se muestra la trascendencia de este dios en las mentes mesoamericanas. El período de tiempo contemplado es 1.000 a.C. con la cultura Olmeca hasta el posclásico tardío con los mexicas.
Figuras desde “dragones olmecas” hasta las representaciones en piedra de origen mexica y maya, así como su paso por la Huasteca, Cholula, Tula y Veracruz reflejan el paso de este dios-sacerdote por los pueblos mesoamericanos.
Su mito, su ritual, la gran cantidad de representaciones, sus distintos nombres y su trascendencia al grado de jugar un papel fundamental en la historia de México son reflejados en esta exposición.
Uno de los aspectos que recalca esta exhibición es la trascendencia tanto geográfica como cosmológica de ambos personajes. Isis logró extender su culto a la costa mediterránea mientras que Quetzalcoatl a toda el área denominada Mesoamérica. Ambos cultos lograron sobrepasar las barreras espaciales y temporales a tal grado de seguir estando presentes en nuestro mundo.

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