lunes, 19 de mayo de 2008

Fiesta de cierre en Ollin Kan



Iván Bastida Aguilar/ Leonardo Bastida Aguilar
Fotografías Iván Bastida Aguilar

Como parte del cierre del festival Ollín Kan celebrado en el bosque de Tlalpan, con su variedad musical y mucha lluvia, se presentaron bandas de distintos países, con mezclas de ritmos que hicieron bailar, brincar y cantar a la banda reunida en el lugar, para comenzar con buen ritmo y energía. Ouanani de Canadá se encargo de calentar al público con una buena muestra de talento natural tanto para tocar como para bailar por parte del percusionista.

Dentro de su repertorio, en su mayor parte en francés, no impidió la conexión con el público y armo una gran fiesta en el escenario al invitar a algunos voluntarios a bailar. Después de más de 45 minutos se despidieron del público que les respondió con grandes ovaciones.

Para continuar con esta energía y fuerza musical se subió al escenario Costo Rico de Cataluña, quienes con su mezcla de rock y ska, hicieron recordar a bandas como Manu Chao. Durante gran parte de su presentación y con la energía musical de sus canciones provocaron que el publico comenzara a bailar en los “círculos de paz” y quitar las sillas de su sitio para abrir espacio a lo que vendría mas noche.


Para comenzar a relajar un poco a los asistentes, con ritmo de reggae, llegó el turno de Papa Shanty y Sound System de Venezuela quienes con un ritmo pegajoso hicieron mover a los asistentes a ritmo del contratiempo, y hacerlos gritar por largos lapsos de tiempo.

Demostrando que África es cuna de gran parte de la música presente en el festival, se presentaron Mamar Kasey de Nigeria y Cheik Tidiane Seck de Mali, ambas agrupaciones entregándose con alegría a los ahí presentes y poniéndolos a bailar al ritmo de las percusiones.

Tras horas de lluvia y espera en una tarde de domingo en el bosque de Tlalpan. Posterior a un viaje alrededor del mundo a través de la música de diversas regiones del mundo con el sólo fin de resistir a los embates culturales de la globalización, la agrupación de ska venezolana Desorden Público invitó al conglomerado de almas asistentes al cierre de la Quinta Edición del Festival de Cultura en Resistencia Ollin Kan a subirse al Tren de la Vida.

La legendaria banda de ska venezolana realizó un viaje a través del tiempo y de su historia musical para congratular al respetable que bajo el evocador beat jamaicano del ska se regocijaba bailando, saltando y slameando a través de canciones como el Canto Popular, Cachos, Allá cayó, Tumbao, Gorilón o Baila mi chachaska, así como nuevas canciones dedicadas a activistas sociales como San Antonio o un homenaje al ska a través de Monkey, el conjunto sudamericano cerró con broche de oro tras más de una efusiva hora del más puro ska el Festival Ollin Kan.

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